Un espacio para dejar por un rato la pelota al costado, y enterarnos de historias, anécdotas y curiosidades que pasaron, pasan y pasarán...

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miércoles, 8 de septiembre de 2010

Y no se aprende...

Por Gaba Atencia

Luego de 250 años de extracción de oro en “Las Médulas” , Roma cerró la mina dejando un terreno devastado.

En 1545 los españoles dan con un impresionante yacimiento de plata en el Cerro Rico. Poco después crece Potosí a sus plantas.
Cuando América Latina se independiza ya no queda mineral y la ciudad es una sombra. Han pasado aproximadamente otros 250 años.

Dos momentos históricos distintos, un mismo problema:
Consumo de recursos hasta su agotamiento

El agotamiento del hombre

"Entrada a la mina", Diego Rivera, 1923.
Plinio el viejo comenta respecto al trabajo de los libertos en Las Médulas… “es menos temerario buscar perlas y púrpura en el mar que sacar oro de estas tierras”.

La Mita, un sistema de trabajo por turnos de origen inca, fue tomado por España y degeneró en las minas de Potosí para convertirse en ejemplo de explotación indígena.

500 años después la situación se repite… pero no se aprende.

En 1962, la España franquista enfrenta una huelga de los mineros asturianos en Mieres. Trabajan diariamente 10 horas a 300 metros de profundidad, aspirando durante la jornada polvo de carbón. Por eso desde jóvenes padecen silicosis.
Tienen experiencia. Sus padres ya reclamaron antes mejores condiciones de trabajo.

En 2010 los potosinos hacen huelga reclamando más desarrollo para su región. Entre otras cosas piden rescatar al Cerro Rico que puede desmoronarse luego de siglos de expolio en sus entrañas.
La ciudad que puso en boca del Quijote la expresión “vale un Potosí”, está como dice Eduardo Galeano “condenada a la nostalgia, atormentada por la miseria y el frío, es todavía una herida abierta en el sistema colonial en América: una acusación”.


El agotamiento de la naturaleza

La Cueva Encantada, en Las Médulas, León, España.
Actualmente las que fueron las minas de Las Médulas forman una zona de extraña belleza y gran valor arqueológico e histórico en la provincia de León (España).
La explotación romana de la mina mediante un sistema que aprovechaba los ríos de la región para generar fuerza hidráulica, provocó un gran daño al medio ambiente. Hoy, donde hubo un cerro que escondía oro, se encuentra un conjunto de cúmulos rojizos de formas caprichosas.
La naturaleza se recupera. ¿Pero cuánto tiempo hizo falta para que la flora y fauna de la región repoblara esa zona?. Desde ya, muchísimo más que lo que se tardó en reconocer la belleza en esa herida.

Y no se aprende…

Se supone que en el siglo III dc, Roma cerró las minas que se habían convertido en las principales abastecedoras del imperio.
2000 años después, escuchamos voces que se levantan contra y desde las profundidades de una mina.
La riqueza y el desarrollo no pueden ir mediados de la destrucción de los recursos.


Se recomienda…
“Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano
• “La furia y el silencio” de Jorge Martínez Reverte
• “Jachal: cuando ya nadie te nombre”, un documental argentino realizado por Silvina Cuman y Javier Oradre




Gaba Atencia
María Gabriela Atencia estudió en el ENSPA de Avellaneda, y se graduó en la Universidad de Buenos Aires como Licenciada en Ciencias Biológicas.
Desempeñó su actividad profesional en el Instituo Malbrán y en el Hospital Muñiz de Buenos Aires, entre otros importantes centros y fue docente en Argentina y en el área biológica de 1º y 2º ciclo ESO (El sistema que rige la escuela secundaria en España).
Hoy es investigadora en genética molecular en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde reside desde varios años.