Un espacio para dejar por un rato la pelota al costado, y enterarnos de historias, anécdotas y curiosidades que pasaron, pasan y pasarán...

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lunes, 18 de octubre de 2010

Milstein y las patentes

Por Gaba Atencia*

En primer lugar voy a proponerles una situación irreal…

Argentina, año 3128.
Juan Pirulo cierra su traje, conecta el tubo de oxígeno a su mochila, abre la escotilla y sale al exterior.

Una delegación lo recibe. Que sus pieles sean tan azules le provoca rechazo, pero se sobrepone y piensa en lo bien que quedarán teñidas las nuevas camisetas de Boca cuando consiga que le entreguen el secreto de ese tinte.

Recuerda el mito de Colón, y sonríe… a esta gente no le gustan las cuentas de colores.
Enciende su traductor, encastra el amplificador bucal y saluda al estilo vulcano.

- Qué tal?.... Cómo va, che?
- De lujo, y vos?
- Un poco cansado… Los años luz me pesan en la espalda
- Y… lo que te mata es la humedad

( “Esta gente es del palo, vamos al grano”)

- Che… que bueno el maquillaje este que te ponés?, de dónde lo sacás?
- Largame la receta del dulce de leche y te digo
- Dale!

Juan Pirulo está cansado de que su trabajo como exo-biólogo se limite a muestreos interminables. Quiere acabar pronto con esa etapa y analizar los datos reclutados. En esta oportunidad está feliz. Regresa con una parejita de caracoles azules al bondi interestelar, y sabe que va a sacar buen provecho de ellos. Tiene un largo viaje de regreso en el cual pensar como sacar una patente redituable.

Ahora pongámonos en su piel.
Qué es lo que tiene Juan Pirulo?

1- Dos bichos probablemente espantosos
2- Una receta extraterrestre para sacarles jugo azul y fabricar colorante
3- Necesidad de ganar un mango

Cuáles es su principal temor?:
Que el nuevo tinte provoque aversión en la hinchada bostera y lo destierren a vivir en un caño del estadio gallina mientras ve como compran “azul Suecia” en Uruguayana.

Así que en su largo viaje de regreso decide reproducir a los caracoles, poner a punto la receta de extracción del colorante y sintetizar una nueva molécula semejante al azul extraterrestre.

Cuando llega a la oficina de patentes en Baires puede presentar en teoría 3 propuestas:

1- La patente del bicho asqueroso
2- La patente del método de extracción extraterrestre modificado
3- La patente de la nueva molécula

Y ahora… qué harías vos?. Estás pensando, no?... Bueno, mientras tanto veamos un caso real.
Supongamos a una bacteria que penetra en tu organismo por ejemplo a través de una hamburguesa en mal estado.

La bacteria está formada, entre otras cosas, por proteínas capaces de ser identificadas por tu sistema inmune. A partir de ahora las llamaremos antígenos.

Por tu sangre andarán circulando unos glóbuos blancos particulares: los linfocitos B. Cuándo éstos entren en contacto con la bacteria, se diferenciarán a plasmocitos y empezarán a secretar anticuerpos.
Cada plasmocito va a secretar un tipo específico de anticuerpo capaz de reconocer a uno de los muchos antígenos de la bacteria. Pero como vos no tenés solo un linfocito B patrullando si no muchos… vas a producir una cantidad increíble de anticuerpos distintos capaces de identificar a un mismo antígeno. A esa colección de anticuerpos se los llama POLICLONALES.

Imaginate ahora que sos un científico que necesita para su investigación una colección de anticuerpos todos iguales. Por ejemplo… que solo reconozcan al antígeno X de la bacteria (no al Y o al Z). Además sos un tipo creativo y diseñás una técnica para lograrlo: provocás la fusión de linfocitos B con células de mieloma (son capaces de reproducirse indefinidamente) y generás un sistema en el que cada célula híbrida (en adelante Hibridoma) solo secrete un tipo particular de anticuerpo: Un MONOCLONAL.

Bueno, yo no sé que tal andás de guita… pero si fueras ese científico ya tendrías la posibilidad de patentar una técnica revolucionaria y garantizarte que te paguen de ahí en más por utilizarla.

En el año 1984, el científico real recibió junto a otros colegas el Premio Nobel en fisiología y medicina por la técnica que muy basicamente te conté. Pero no patentó nada. Creía que los éxitos en la ciencia aplicada son traducción de los avances en la ciencia pura y que los progresos debían llegar a toda la sociedad. Por lo tanto no debieran pertenecen a ningún individuo en particular.


Se llamaba Cesar Milstein.
Y bien… ya podés responder a mi pregunta?

NOTAS:
César Milstein nació en Bahía Blanca en 1927. Se licenció y doctoró en la Universidad de Buenos Aires. Trabajó en el Instituto Nacional de Microbiología “Carlos Malbrán” , pero emigró a Inglaterra luego del golpe militar de 1962. Allí realizó el resto de su labor científica. Murió en 2002

PARA VER:
http://www.historiamilstein.com/


* Gaba Atencia
María Gabriela Atencia estudió en el ENSPA de Avellaneda, y se graduó en la Universidad de Buenos Aires como Licenciada en Ciencias Biológicas.
Desempeñó su actividad profesional en el Instituo Malbrán y en el Hospital Muñiz de Buenos Aires, entre otros importantes centros y fue docente en Argentina y  España. Hoy es investigadora en genética molecular en el Hospital 12 de Octubre de Madrid, donde reside desde varios años.