Durante la expansión del Imperio Romano, la costumbre se difundió por toda Europa, y varios siglos más tarde, llegó a nuestro continente de la mano de las colonizaciones española y portuguesa.
Los primeros antecedentes que registran los historiadores, se refieren a diversas fiestas paganas, como las bacanales, ofrecidas a Baco, el Dios romano del vino; las saturnales, que los romanos celebraban durante siete días y en las que los esclavos recibián dobles raciones y algunas prebendas, y las celebradas a Apis en Egipto. El antifaz de nuestras épocas, es un legado de las bacanales.
Acercándonos en el tiempo, el Carnaval se fue imponiendo en los países de tradición cristiana, que celebraban las "carnestolendas" tres días antes del "Miércoles de Cenizas" que inicia el período de cuaresma.
En los países donde se encuentra más arraigado y alejado de cualquier significado religioso, las fiestas de Carnaval se prolongan durante varios fines de semana, generalmente durante el mes de febrero.
En la Edad media, tan inflexible en los ayunos, abstinencias y cuaresmas, y con persecuciones a quienes no respetaban las normas religiosas, sin embargo, renació el carnaval y se continuó la tradición hasta la actualidad en muchos lugares del mundo. En esta época, se celebraba con juegos, banquetes, bailes y diversiones en general, con mucha comida y mucha bebida, con el objeto de enfrentar la abstinencia con el cuerpo bien fortalecido y preparado.
En la España de la época de la Conquista y la Colonia ya era costumbre durante el reinado de los Reyes Católicos disfrazarse en determinados días con el fin de gastar bromas en los lugares públicos. Más tarde, en 1523, Carlos I dictó una ley prohibiendo las máscaras y enmascarados. Del mismo modo, Felipe II también llevó a cabo una prohibición sobre máscaras. Fue Felipe IV, quien restauró el esplendor de las máscaras.
El Carnaval en Argentina
En América, la celebración del Carnaval puede encontrarse ya en los años de fundación de las primeras poblaciones coloniales. Hacia el 1600, el legado de las tradiciones españolas es enriquecido por los ritmos que los esclavos traían desde sus tierras. El candombe, la murga y también a partir de ellos, el tango y la milonga, son hijos de este proceso multicultural que tuvo distintas características en la vasta geografía de nuestro país.
A fines del siglo XVIII comenzaron a celebrarse los típicos bailes de carnaval en locales cerrados, que tras un largo y sinuoso periplo, reaparecieron con fuerza a mediados del siglo XX donde brillaron más que nunca en los clubes de barrio y las sociedades de fomento.
En 1858 aparece la primera comparsa y once años más tarde se realiza el primer corso, apareciendo las murgas y los desfiles de comparsas.
Los corsos adquieren su momento de mayor popularidad a fines del Siglo XIX y principios del XX.
Carnaval correntino
Con una notable influencia brasileña y una tradición que se remonta a los festejos que la numerosas población negra de la provincia realizaba homenajeando a San Baltazar, el Carnaval de Corrientes se ha instalado como uno de los más prestigiosos y populares de la Argentina.La ciudad de Corrientes, se ha autoproclamao Capital Nacional del Carnaval, y cada año, las comparsas tienen sus propios fans que viven los desfiles con pasión futbolera. Ará Berá, Sapucay, Arandú Beleza, Samba Total, son algunas de las más populares. El Carnaval también tiene importantes festejos en Monte Caseros, Paso de los Libres, Mercedes y Santo Tomé.
Carnaval de Gualeguaychú
En los últimos años, el Carnaval de Gualeguaychú ha crecido hasta convertirse en uno de los más importantes de Sudamérica. El Carnaval del País, despliega sus ramas por toda la provincia, y los desfiles y la elección de su reina es centro de atención turística y periodística.La Reina del Carnaval de Gualeguaychú, Evangelina Cardozo, llevó el nombre de su ciudad a las primeras planas de los diarios más importantes del mundo, cuando en la cumbre de Presidentes en Viena, irrumpió en bikini con un cartel reclamando "NO a las Papeleras contaminantes" en mayo de 2006. La acción, idea de la organización ecologista Greenpeace, recorrió el planeta y llevó la cuestión de las Papeleras uruguayas al centro del debate.
Carnavales en el Norte Argentino
Los carnavales del Norte argentino, son muy diferentes al resto de las celebraciones que se realizan en el país. Con una marcad influencia de la cultura inca, sus semejanzas a los festejos de Bolivia y Perú, le dan un atractivo singular y una característica particular.En Salta, el más importante es el que se realiza en el Valel de Lerma, mientras que en Jujuy, el de Humahuaca es el de mayor prestigio y popularidad.
Carnavales en Buenos Aires
Los carnavales porteños tienen también una importante tradición. Desde los primeros años de fundación de la ciudad, se celebraba la festividad, que a fines del siglo XIX alcanzó gran augue con los diferentes corsos que organizaban los barrios. Los corsos de Mataderos, Flores, Palermo y La República de la Boca, fueron algunos de los más importantes, y el tradicional desfile de comparsas de Avenida de Mayo fue durante muchos años un polo de atracción irresistible para los vecinos de la ciudad.Fantasía Arrabalera, Los Mocosos de Liniers, Los Reyes del Movimiento de Saavedra, Los Viciosos de Almagro, Los Nietos de la Boca, eran algunas de las numerosas murgas que se organizaban en torno al barrio con la entusiasta participación de las familias enteras.
Prohibidos durante la dictadura militar, los festejos de Carnaval tuvieron su momento soñado en 1997 cuando la Legislatura de la Ciudad declara que la celebración es Patrimonio Cultural de la Ciudad.
Existen otras agrupaciones que autogestionan sus desfiles y espectáculos, prefiriendo la organización independiente de las reglamentaciones municipales: Los Guardianes de Mugica, Firuletes de Pompeya, Los Juglares de Wilde, etc.
En los clubes de barrio, los Bailes de Carnaval marcaron toda una época, y los artistas más populares del momento, recorrían varios por noche, en un circuito que llenaba de magia y alegría todos los rincones del conurbano bonaerense.
Luna de Avellaneda, la consagrada película de Campanella, recrea en varios pasajes aquellas recordadas Noches de Carnaval.
En la actualidad, la murga, es un fenómeno cultural que aumenta cada día su prestigio y reconocimiento. Además de los muchos centros de enseñanza que dictan clases y talleres de Murga, son varias las escuelas que la incorporaron como parte de sus programas educativos.
La cultura popular, y sus auténticas expresiones, se levantan siempre por sobre las barreras y las prohibiciones, para emerger victoriosa en algún momento de la historia.
El arte de la payada, la pasión única del tango, la Murga... explican parte de su magia, también en este proceso que las lleva de la oscuridad de la censura, a la luz que sólo tienen las manifestaciones que el pueblo adopta como propias.
El Carnaval en el Mundo.
El Carnaval de Río de Janeiro es uno de los más conocidos y visitados del mundo. Millones de turistas de todo el mundo asisten a un espectáculo único al que los cariocas han dado el sello distintivo de su alegría y desenfado.
El sambódromo tiene sus asientos reservados con varios meses de anticipación, y la ciudad se paraliza durante los días de celebración.
El Carnaval de Bahía es otro que ha sido consagrado entre los prefereidos por los espectadores.
En Bolivia, los carnavales de Oruro, Santa Cruz y Tarija, son los más importantes, y están entre los más reconocidos y visitados del mundo.
El Carnaval, también se celebra con mucho entusiasmo en otros continentes. En España son muy populares y también son visitados por miles de turistas de todo el mundo. Los de Tenerife y Andalucía son los de mayor importancia.
El cantor de los 100 Barrios Porteños, Alberto Castillo, con los Auténticos Decadentes en "Siga el Baile" un himno de los carnavales en los clubes de barrio.
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